lunes, 19 de mayo de 2014

Galletas integrales con mango, coco y chocolate blanco


¡¡Buenos días!!

Siento el retraso con el post, el sábado después de trabajar estaba muerta y además daban el partido de Barça-Atlético de Madrid, y aunque no soy muy futbolera, estos partidos siempre me ha gustado verlos. Son bastante emocionantes, generalmente... Y el domingo me tocó trabajar, así que lo he tenido que dejar para hoy ¡¡con la de tiempo que hace que me pedís la receta!!




Se trata de unas galletas 100% integrales, con mango, trocitos de chocolate blanco y un toque de coco rallado. Son blanditas y tienen un sabor muy rico, me encanta comerlas para desayunar, con un café y una pieza de fruta o un zumito. 
Generalmente suelo desayunar pan con tomate (pà amb tomàquet, muy de aquí, vamos), un zumo y café, pero hay veces que me resulta muy monótono y prefiero cambiar. Así que me preparo una buena tanda de estas galletas y así las tengo para ir alternando y no aburrirme tanto. 
Es una receta muy versátil, como muchas que os hago, me encantan las recetas en las que se pueda cambiar el sabor sin alterar la base, así que a estas galletas les podéis añadir la fruta que queráis, chocolate, frutos secos, fruta troceada... ¡lo que queráis!




De hecho, ya publiqué en mi cuenta de Instagram unas que hice con frambuesas y chocolate negro, y esas están ¡¡DE MUERTE!! ya sabéis la combinación frambuesa-chocolate es una de mis preferidas, así que no me canso de usarla.

No me enrollo más y os dejo con la receta.

GALLETAS INTEGRALES CON MANGO

Ingredientes (para unas 18 galletas aprox.)
  • 270 gr. harina integral
  • 200 gr. azúcar moreno
  • 1 huevo + 1 clara
  • 120 gr. mantequilla
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta
  • 30 gr. de coco rallado
  • 1 mango cortado en cubitos
  • 75 gr. de chocolate blanco 



Preparación:

Precalentar el horno a 180ºC.
En un bol, batir la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla blanquee un poco y tenga una textura cremosa.
Agregar el huevo, la clara y la pasta de vainilla y volver a batir.
En otro bol aparte mezclaremos la harina con el bicarbonato y la añadiremos a la mezcla anterior en dos veces, removeremos lo justo para que los ingredientes se integren y quede una masa homogénea.
Agregar el chocolate blanco troceado, el coco rallado y remover. Por último añadir el mango y mezclar ligereamente.
Con la ayuda de una chuchara de helado, iremos cogiendo pequeñas porciones de masa y colocándolas en la bandeja que previamente tendremos preparada con papel sulfurizado. Yo pongo siempre 9 bolitas por bandeja, ya que por el efecto del bicarbonato éstas aumentan bastante su tamaño.
Hornear aproximadamente 18 minutos o hasta que veáis que están doraditas.
Dejar enfriar encima de una rejilla.
Al sacarlas veréis que están blanditas, no os preocupéis, cuando se enfríen quedarán crujientes por fuera y blanditas por dentro.

Después de que están frías, las guardo en un recipiente de cristal hermético y duran perfectas hasta 2 semanas.



Importante: Si queréis modificar la receta, como la que hice con pepitas de chocolate y frambuesa, añadid 300 gr. de harina en vez de 270. El coco seca mucho la galleta y por eso reduzco la proporción de harina, así que solo hay que cambiar eso y os quedarán perfectas.


Espero que las hagáis y me contéis. Como siempre os digo en este tipo de recetas, no es que no engorden (milagros a Lourdes) sino que son galletas más digestivas, con ingredientes sanos y caseros, perfectas para complementar un buen desayuno o una buena merienda.

Un besito enorme y que vaya muy bien la semana! :)


And.


viernes, 18 de abril de 2014

Bunyols de vent (Buñuelos de viento)

¡¡Feliz viernes santo!!

Muchos de vosotros ya estaréis en vuestros lugares vacacionales y otros estaréis de camino (¡cuidadín al volante!). Pero hay otros como yo que mañana nos toca trabajar y que hemos atrasado nuestras mini vacaciones (y tan minis, domingo y lunes... jajajaja) pero bueno, al menos podemos descansar y desconectar del trabajo, a mi eso ya me ayuda.

Hoy os traigo una receta archiconocida y que en estos tiempos ronda por todos los blogs habidos y por haber, y como no, yo quería aportar mi granito de arena.

Los buñuelos de viento (bunyols de vent que decimos en Catalunya), desde que tengo uso de razón, los hacía mi abuela ¡¡qué ricos los hacía!!. Cuando me tocaba pasar el fin de semana con ella y me tenía preparadas estas maravillas me entraba una alegría en el cuerpo, de aquellas que raramente volveré a tener... era genial.
Y ya no os cuento cuando hacía sus famosos buñuelos de plátano o manzana ¡¡y no consigo hacerlos igual!!. Os juro que me dejaré los cuernos para descubrir la receta, encontrarla, versionarla o lo que sea, y entonces os la publicaré, porque es una receta que todo el mundo debería probar ¡ñam!





La verdad es que los buñuelos de mi abuela jamás supe como los hacía por lo que al año pasado me volví loca buscando recetas de buñuelos. Hay taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaantas recetas de buñuelos y tantos blogs que los han publicado que ya llega un momento que no sabes si fiarte o no, porque hay veces que sigues una receta y da una rabia que no salgan bien siguiendo exactamente todos los pasos... ¡¡me tiro de los pelos!!
Por eso, siempre que busco una receta y la busco fiable y que seguro saldrá bien, me voy al blog de Coure Coulants
Es un blog en catalán, pero vamos, que se puede entender bien todo lo que escribe. Las recetas de Laura os aseguro que SIEMPRE salen bien, que SIEMPRE son buenas y que NUNCA decepcionan. Es un blog que me encanta, y cada vez que tengo una duda le escribo y ella, pobre, me lo resuelve. Es un sol de mujer, así que espero que os paséis por su rincón y probéis alguna de sus recetas.




¡Vayamos con la receta!


BUNYOLS DE VENT (Receta de Coure Coulants con pequeñas variaciones)

Ingredientes:
  • 125 ml de leche
  • 60 gr. de mantequilla
  • 75 gr. de harina 
  • 3 huevos
  • Sal
  • Aceite de oliva suave
  • Azúcar
  • Agua
  • Anís


Preparación:

En un cacito ponermos la leche, la mantequilla, y la sal y lo ponemos a fuego medio.
Cuando la mantequilla se haya deshecho, añadir la harina tamizada y remover hasta que quede una masa homogénea y que se despegue de las paredes del cazo (como cuando empezamos a hacer una bechamel)
Retirar el cazo del fuego y añadir los huevos de uno en uno, si veis que la masa os va a quedar demasiado líquida no le pongáis el último huevo, o solo añadirle medio. La masa debe quedar de tal forma que al levantar la cuchara se nos quede un pico que al final debe ser translúcido (llamado pico de pato o bec d'ànec).
En otro cazo añadir abundante aceite (yo he usado suave porque sino quedan con un gusto demasiado fuerte) y cuando esté caliente, ir añadiendo bolitas de masa con la ayuda de dos cucharas.
Ir girando los buñuelos (si es que estos no se giran solos, lo ideal es que lo hagan) y una vez estén doraditos los ponemos a escurrir en un platito con papel de cocina para que escurran bien el aceite.




Una vez hechos todos los buñuelos y bien escurriditos (odio unos buñuelos grasientos ¡puaj!), mezclaremos en un bol agua y anís a partes iguales. Bañaremos los buñuelos MUY ligeramente, un solo golpe, lo justo para que cojan el sabor (también podéis meter la mezcla en un bote de spray y pulverizarlos ligeramente) y los rebozaremos en azúcar. ¡Ya los tenemos listos!




Mirad qué pinta tienen por dentro ¡son una absoluta delicia!
Espero que los probéis y me contéis

¡Que paséis una muy feliz Semana Santa! Sed buenos y nos leemos prontito.

¡¡Un besito enorme para todos!!









viernes, 21 de febrero de 2014

Crónica de un casting anunciado: MasterChef

¡¡Buenos días!!


¿Cómo va ese final de semana? Para mi, desde que trabajo los sábados los viernes ya no tienen tanta emoción, pero bueno, se les sigue queriendo.

Intentando volver un poco a la idea de publicar los viernes, os traigo hoy el relato de mi paso por el casting de MASTERCHEF.

Como muchos saben, MasterChef es un "must" en mi casa y cuando salió la primera edición Marc me decía "apuntate, si no te apuntas tu te apuntaré yo" y yo pensaba, que va, que va. Pero a medida que iba pasando el programa me metía más en él, hasta el punto de ponerme nerviosa en las pruebas pensando qué haría yo si estuviese ahí dentro.

Así que cuando vi en Instagram que se abrían las inscripciones del casting ni me lo pensé, dije total... por intentarlo que no quede. Envié el vídeo y un pequeño cuestionario, pensando que al igual me llamaban... pues lo hicieron. Y tampoco es creáis que fue una gran alegría, simplemente era un paso más. Pensad que por lo que he escuchado nos presentamos 9.000 personas al casting, de ahí a que ni me plantease que podría llegar muy lejos.

Héctor, un redactor muy majo, me hizo una pequeña entrevista por teléfono, sin más. Después llegó otro mail, diciéndome que les había gustado y que rellenase otro cuestionario (este de 12 páginas, ni más ni menos) y lo envié sin mucha convicción.

Pues bien, la cosa ya empezó a ponerse más complicada porque me volvieron a llamar para que fuese ¡¡al casting presencial de Barcelona!! creía que me iba a dar un pasmo porque ni me lo esperaba. Así que después de una semana y media de pruebas del plato, mi pobre chico cenando cada día el plato que iba a presentar en diferentes formatos y texturas, allí me planté, ahogándome de los nervios, haciendo cola en la calle con un frío del copón pero más feliz que una perdiz.


La de la camisa de cuadros soy yo, esperando a que me diesen mi número. Foto sacada de El Periódico.




Cuál fue mi sorpresa que cuando voy a recoger mi número me dan ¡¡el número 1!!
Se ve que soy tan friki que fui la primera en inscribirme al casting de toda España... ¡¡iba yo más contenta con mi número 1!!




Aquí con mi compañera, Alicia. Foto sacada de Instagram.


Si, iba con un delantal de Los Delantales. Se ve que les encantó mi delantal, no paraban de hacerle fotos, es que es tan bonico... jajaja.

Aquí os dejo un enlace donde podéis ver un mini vídeo del casting en La Vanguardia.


Después de presentar el plato y de que un chef muy salao nos hiciese la cata, nos llevaron a una salita donde te hacían una entrevista, con su foco, su cámara y su todo. Ahí contestas lo que tienes que contestar y te vas. 
Mis compañeros de casting se echaban las manos a la cabeza cuando les decía "yo vengo con la idea de no pasar" y es que es verdad. Soy una persona muy, muy, muy, pero que muy soñadora, pero también me gusta tocar con los pies en el suelo y sinceramente, de 9.000 personas o 1.000 después, no tenía pensado que fuese a pasar.

Pero pasé, me llamaron a la semana y media y me dijeron que había pasado al Macrocasting final. Ahí ya te empieza a picar un poco el gusanillo, porque claro, una no es tonta y cuando de 9.000 acabas en una selección de 500 de toda España ya la ilusión y una previsión de futuro mejor empiezan a aflorar en tu interior... 

Total que nos presentamos mi chico, mi padre y yo a las 7:45 de la mañana en la plaza Colón de Barcelona. 
Otro día largo que nos esperaba... Jesús lo mal que se pasa.



Bien abrigadita, hacía un frío majo, majo.



Sigo con mi delantal, ya que había gustado tanto...



Y aparecieron los chefs... Qué majos todos, pero el que se lleva la palma es Jordi Cruz. No se si es porque le tengo especial cariño pero se le veía muy simpático y cercano.



Muy cansados todos, aquí ya llevábamos varias horas y estabamos deseando empezar a emplatar.



Y llegó la hora de emplatar...


Más tarde, tocó la hora de la cata y a mi cata vino Juan Manuel, el pobre muy, muy nervioso. Le temblaba hasta la mano a la hora de meter la cuchara, y no es para menos, hacía solo un año él estaba en la misma situación que nosotros. Un chaval muy majo dentro y fuera del programa.

Después llegó la hora de la entrega de cucharas de madera, te dan una si has pasado al casting final. Las repartieron a quienes se las tuvieron que dar, nos dieron las gracias y el resto nos fuimos para casa.


He leído y me han comentado que todo fue tongo, es más, los familiares de algunos compañeros empezaron a gritarlo a pleno pulmón.... Yo que queréis que os diga, TODOS sabíamos a lo que íbamos y TODOS sabíamos que el Macrocasting era solo un paso más, ya que las decisiones estaban tomadas más o menos desde el casting anterior. Hay que entender que es IMPOSIBLE que de 500 personas escogiesen a 50 en tan solo 1 hora de cata de platos. Más que nada porque había partes del plato que no se comían o no te daba tiempo a explicar qué habías preparado, cómo y cuánta ilusión le habías puesto. Yo lo entiendo, y os aseguro que mucha gente también.

Sabes a lo que vas y solo esperas que te hayan escogido a ti... Yo seguía con mi idea de que no iba a pasar, era practicamente imposible, pero los nervios no te los quitaba ni Cristo. 

Queda feo que yo lo diga pero sé que por mi mal hacer o mi mala elección de los platos no fue, el primer plato que presenté estaba buenísimo y el segundo estaba increíble, así que es una de las cosas más importantes que me llevo. No puedo decir que fue culpa mía y que tendría que haber hecho aquello en vez de lo otro.

Lo que si me llevo es una experiencia MAGNÍFICA, de las mejores que he tenido. Lo he pasado francamente mal, porque si ya sufro de estrés, esto se pasaba de lo normal, pero una vez que estás in situ lo disfrutas como un niño pequeño.
No puedo hacer más que agradecer a los redactores y staff lo bien que nos trataron en todo momento, estuvieron pendientes de nosotros, y se preocuparon en que descansáramos en la medida de lo posible. Los castings son duros, muy duros y eso hay que entenderlo. Es televisión compañeros, nadie dijo que fuese fácil.



Por último solo me queda dar las GRACIAS a toda esa maravillosa familia y amigos que tengo. Primero a Marc, mi chico, por apoyarme en absolutamente todo lo que hago, comerse tantas pruebas de platos como hiciese falta, ir a comprar lo que no estaba escrito y aguantar todo lo que aguantó y más. Sin él no hubiese hecho ni la mitad del camino. A mi padre, que estuvo 10 horas de pie sin comer, dándome su apoyo y gritándome consejos desde el otro lado (si, si, casi gritándomelos!! jajajajaja). A mi madre, que me apoya incondicionalmente y siempre está ahí para todo. A Ana y Ricardo, los padres de Marc, que son como mis segundos padres y siempre se preocupan por mi, por aguantar tantas horas de pie pasando frío y calor y por todo lo que hacéis, sois geniales. A mi bombón de amiga Carolina, que siempre me da ánimos para todo y vino a la cola del primer casting a darme fuerza (no sabes cuánto significó para mi ese abrazo, amiga). A Thais y Andreu, por venir a verme al Macrocasting ¡¡qué ilusión más grande me hizo!! vaya horas se pasaron de pie... Y a mis dos compañeros, Sil y Joan, a los que también les di la brasa y los cuales me han apoyado desde el principio y me han levantado el ánimo.

Y gracias a los que no sabíais nada y que si os lo hubiese dicho me habríais apoyado seguro.



Pues hasta aqui la MEGACRONICA de un casting anunciado. El año que viene más y mejor.


Un besito enorme a todos y que paséis un muy feliz fin de semana :) 












miércoles, 12 de febrero de 2014

Operación Febrero: Bizcocho integral de chocolate :)

¡¡Holaaaaa!!

Por fin ha llegado el ansiado post del suuuuper bizcocho integral ¡¡Siiiii!!

Veréis, he llamado al post "Operación Febrero" porque este año a mi no me pilla el toro, como que yo me llamo Andrea Arche. El año pasado ni pisé la playa, no se si recordáis que a mi novio le operaron el pie, por lo que no podía apoyar y mucho menos ir a la playa/piscina/aningunsitio. Así que pasaba todo mi tiempo libre con él. Si a eso le sumamos que soy la prima de Iniesta, y que tampoco soy una alucinada de la playa/piscina pues eso... mi bikini no salió del cajón.

Así que desde que pasaron las Navidades he estado intentando comportarme en cuanto a la comida se refiere. No hago dieta pero no me pego los atracones que me pegaba antes. NO fritos (si no es domingo), NO azúcares (si no es domingo), NO comida basura (si no es domingo).... Y ahora es cuando pensáis, vale chata, el domingo recuperas todo lo que has perdido durante la semana!!! jajajajajajajaja pues NO!!! Sigo firme y si como de una cosa no como de la otra, así que aunque me pase un pelín, siempre dentro de unos niveles de bajo remordimiento.

Y claro una que desayuna cada día pan integral, o cereales integrales o similares ve que las bloggers cuelgan unas maravillas absolutamente apetecibles, en Instagram muero cada vez que Aliter Dulcia nos muestra algunas de sus tartas perfectas y recién hechas. Así que dije, voy a hacer mi propio bizcocho integral, para darle una alegría al cuerpo y a mi pobre cerebro desmotivado por la falta de azúcar.




La receta la he adaptado de la receta de siempre del bizcocho de yogurt, ya sabéis que a mi me encanta esta receta. Podéis ver las dos entradas que publiqué con ella aquí y aquí.



BIZCOCHO INTEGRAL DE CHOCOLATE

Ingredientes:
  • 3 huevos
  • 1 yogurt desnatado
  • 1 medida de aceite de girasol
  • 2 medidas de azúcar moreno
  • 2 1/2 medidas de harina integral
  • 1/2 medida de cacao en polvo desgrasado (tipo Valor)
  • 1/2 cucharadita de vainilla en pasta
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • Pizca de sal

Preparación:

Pre-calentar el horno a 180ºC
Engrasar un molde redondo de 23cms.
En un bol batir con unas varillas eléctricas los huevos hasta que doblen su tamaño (pensad que la harina integral hace que el bizcocho quede un pelín más apelmazado, así que batiendo bien los huevos conseguimos meterle aire a la masa y conseguir un bizcocho más blandito)
En el mismo bol añadir el yogurt, el aceite, el azúcar moreno y la vainilla en pasta y mezclar hasta que esté todo bien integrado.
En otro bol tamizar la harina integral, el cacao en polvo, la levadura y la pizca de sal.
Agregar la mezcla de la harina al bol de la mezcla de los huevos y remover hasta que esté todo bien mezclado.
Rellenar el molde y hornear durante 30-35 minutos. Para saber si está hecho basta con pinchar el centro del bizcocho con un palillo.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. Desmoldar una vez esté frío.




Veréis que se trata de un bizcocho sorprendentemente esponjoso y con un sabor buenísimo. Si queréis podéis añadirle unas nueces y hacéis un brownie majo, majo.
Es una receta muy versátil y le podéis añadir los ingredientes que queráis. La primera vez que os lo enseñé por Instagram lo hice de limón y manzana (solo hay que macerar una manzana en daditos con la ralladura y el zumo de un limón y añadirlo a la mezcla en el último momento).




Si le añadís fruta os quedará un bizcocho aún más esponjoso y húmedo, es ir jugando con las recetas e ir probando gustos, siempre manteniendo la base más "light".





Y eso es todo por hoy! En nada me pongo a preparar una entrada un poquito más "especial". Una entrada donde os explico por qué  he estado un pelín ausente del blog y me ha tenido en vilo hasta hace unos días (¡¡y no es que he escrito un librooooo!! jajajaja)


P.D. ¡¡Ojo!! Es un bizcocho integral, no milagroso. Sigue llevando huevos, harina y aceite. Se trata de un bizcocho que engorda bastante menos que uno hecho con harina normal, mantequilla o azúcar blanquilla. Si lo tomáis para desayunar con una café o un té y una pieza de fruta, se convierte en un perfecto desayuno que quemaréis a lo largo del día y os dará energía para afrontar la mañana :)



Un besito a todos, espero que disfrutéis de la receta tanto como yo :)